sábado, 21 de julio de 2012

Capítulo 2.


-Creciendo.- digo con una pequeña risa.- mi hermana ha entrado a trabajar hoy y no le van tan mal. Se le da bien saltar por las ramas.
-Lo ha aprendido de alguien.- me dice sonriente.
Esta mujer es una de las personas más sonrientes que he conocido en mi vida, y así será, con el paso de los años. Llegamos a la entrada, y dejo las cestas apiladas al lado de las otras.
-Gracias Rue por tu ayuda.  Desde que mi nieto entro a trabajar en los cultivos de verduras no lo veo hasta la noche y no le puedo pedir que me ayude.- dice sacudiendo la cabeza.
La señora Belum, por lo que se, tiene dos nietos, chico y chica. Su hija murió en un ejecutamiento, al igual que su marido y ella se quedó a cargo de ellos dos. El chico se llama Thresh, y por lo que he visto y por como trabaja, para tener dieciséis años es bastante más fuerte de lo normal. Por su gran tamaño, le pasaron a el grupo que levantaba calabazas de setenta y cinco kilos y medio y no lo iban a dejar en el puesto a recoger frutas o bayas. Lo que podría hacer sería sacudir los árboles y que todas las frutas cayeran de una vez, pero quedarían algo tocadas y estropeadas. No valdría la pena.
-Igualmente esta haciendo un buen trabajo, no se preocupe por él.
Ella me da un beso en la mejilla y me dice, que ya puedo irme.
-He, tú, ¿Que pasa que no estas trabajando?.- gruñe una voz a mis espaldas. Es el "jefe" de los agentes de la paz.
-Joven, estaba ayudándome.- responde la señora Belum. Pero la amabilidad no basta-
-Todos tienen una función y la suya es trabajar. No puede irse así como así de su puesto. ¿Has pedido permiso?.- vuelve a gruñir.
-No, he parado y he ido a ayudarla. Aun así, sigo trabajando. ¿A usted que le importa si sigue siendo lo mismo?.
Parece que mi respuesta le ha enfurecido.
-¿¡Que a mi que me importa!? Mira niña, aquí vienes a trabajar y tú a mi no me contestas así, ¿Entendido?.
Guardo silencio y no contesto.
-Mire, ella solo me ayudaba. No ha hecho nada malo.
Él, saca una cantimplora, que supongo que contendrá alguna especie de licor por el olor que desprende al destaparla. Luego, se seca los labios con la manga del uniforme.
-Vuelva al trabajo.- dice dándole un empujón- Y tú, niña...- antes de acabar la frase me da un bofetón.- que no se vuelva a repetir. ¿O no querrás acabar como tu amiguito, he?
El odio y el desprecio que siento ahora mismo sobre esta persona es tan inmenso, que solo me limito a respirar y a dar media vuelta, para volver con Finch.
-¿Que? ¿No dices nada niña?.- dice esperando una respuesta, con ansias de pararse en frente de mi y darme otro bofetón.
-En casa, me enseñaron a no decir palabras feas.- contesto cabizbaja andando cada vez más deprisa.
Él parece haber dejado de seguirme cuando digo estas palabras.
-¡Ya verás, ya!.- grita carcajeándose.- ¡Cuando algún día salgas en la cosecha, haré todo lo posible para estar en primera fila y reírme de ti!

Lo odio, aparte de que ahora esta borracho como una cuba. Así son algunos de nuestros Agentes de la Paz.

5 comentarios:

  1. oooooooo que pena lo de Aleix y yo tambien odio a ese agente de la paz como puede odiar a Rue con lo mona q es.
    me encanta el cap

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias :)
      Son muy "extrictos" en este Distrito...

      Eliminar
  2. Oh, pobre chico y pobre Rue. Me ha gustado mucho el capitulo, espero el siguiente :) Besos.

    ResponderEliminar
  3. muy bueno, pero Tresh tenia 18, solo eso

    ResponderEliminar